Oaxaca, Oax. — La violencia política en México volvió a sacudir a Oaxaca este domingo con el asesinato de Lilia Gema García Soto, presidenta municipal de San Mateo Piñas, en un ataque armado perpetrado dentro del palacio municipal.
De acuerdo con información difundida por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), un grupo de sujetos armados irrumpió en el edificio de gobierno municipal, donde abrieron fuego contra la alcaldesa y un hombre identificado con las iniciales G.R.G., quien también perdió la vida.
“Ambos perdieron la vida a consecuencia de las lesiones infligidas”, señaló la FGEO en un comunicado.
Tras el atentado, se activó un operativo coordinado entre fuerzas estatales y federales, incluyendo la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), con el objetivo de localizar a los responsables del ataque.
Aunque se trata del asesinato de una mujer en funciones públicas, la fiscalía informó que el hecho está siendo investigado bajo el delito de homicidio, y no como feminicidio, como lo establece el protocolo nacional en casos donde la víctima es mujer.
Violencia política en el contexto
Este ataque revive la preocupación por la seguridad de autoridades municipales, particularmente en regiones de alta conflictividad política o presencia del crimen organizado. San Mateo Piñas, un municipio enclavado en la región Costa de Oaxaca, no había sido recientemente señalado como foco rojo, lo que hace el hecho aún más alarmante.
Lilia Gema García Soto formaba parte del grupo de mujeres que en los últimos años han asumido cargos públicos en comunidades rurales, donde las brechas de género y las tensiones políticas representan riesgos latentes.
Hasta el momento, las autoridades no han informado si el crimen estaría vinculado con su ejercicio del cargo o con otros posibles móviles.
Exigen justicia
Diversas organizaciones civiles y activistas han exigido a la FGEO agotar todas las líneas de investigación y no descartar de inicio el enfoque de feminicidio político, una figura reconocida por diversas instancias nacionales e internacionales cuando una mujer es asesinada por su participación en la vida pública.
El caso de García Soto se suma a una serie de agresiones y homicidios contra autoridades locales registrados en el país durante los últimos meses, en un contexto de creciente tensión postelectoral y disputas territoriales.
