Chilpancingo, Gro. — En los primeros minutos de este sábado 7 de junio, el corazón del mercado central de Chilpancingo fue devorado por las llamas. Un incendio violento y voraz consumió más de 20 locales del área conocida como el tianguis, donde artesanos y comerciantes ofrecían su trabajo diario, convertido hoy en cenizas.
El fuego avanzó con rapidez, sin dar tregua. Entre los escombros aún humeantes se distinguen restos de alfarería, productos domésticos, imágenes esotéricas y artesanías que alguna vez adornaron los estantes de madera, ahora reducidos a carbón.
Bomberos municipales y personal de Protección Civil del estado lucharon contra el siniestro por varias horas, mientras los comerciantes observaban impotentes cómo se deshacía no solo su mercancía, sino el fruto de años de esfuerzo.
“Todo se fue… no quedó nada”, murmuró una vendedora, con la mirada fija en los restos de su puesto.
Hoy, el mercado central llora en silencio. Y con él, una ciudad que despierta con un hueco en su memoria y en su historia.
