
Nueva York, 25 de junio de 2025. – Agencia de Noticias Guerrero (ANG).-La amenaza de la pena de muerte sigue vigente para Rafael Caro Quintero, narcotraficante mexicano acusado de la tortura y asesinato del agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena, ocurrido en 1985. Así lo confirmaron fiscales de Estados Unidos durante una audiencia celebrada hoy en Nueva York, donde se mantuvo el proceso en su contra.
Aunque Caro Quintero no asistió a la audiencia, su abogada, Elizabeth Macedonio, lo representó legalmente. En su lugar, estuvo presente Ismael Quintero, sobrino del acusado. La defensa señaló que presentará evidencia que podría atenuar la gravedad del crimen cometido hace 40 años. Además, reiteraron la argumentación de que el narcotraficante no fue extraditado, sino entregado a las autoridades estadounidenses, un punto que han defendido en distintas ocasiones.
Cargos en su Contra
El acusado enfrenta múltiples cargos en suelo estadounidense, incluyendo los de liderar una organización criminal, conspirar para asesinar, participar en la distribución internacional de narcóticos y el uso ilegal de armas para promover el tráfico de drogas. Caro Quintero es señalado como uno de los principales responsables de la expansión de redes de narcotráfico hacia EE.UU. desde la década de 1960.
En sus primeros años, Caro Quintero estuvo involucrado en la creación de rutas de tráfico de marihuana. En la década de 1970, se unió al Cártel de Guadalajara, y posteriormente a la Federación, una de las organizaciones criminales más poderosas y grandes del mundo según el Departamento de Estado de EE.UU.
El Caso Camarena: Un Crimen que Marca la Historia
En 1985, Rafael Caro Quintero dio la orden de secuestrar, torturar y asesinar al agente de la DEA, Enrique «Kiki» Camarena, bajo la creencia de que el agente fue responsable de que el gobierno mexicano tomara control de su rancho en Chihuahua, conocido como Rancho Buffalo.
Este acto de violencia, uno de los más emblemáticos en la lucha contra el narcotráfico, sigue siendo uno de los puntos centrales en el juicio.
Pese a su captura y condena en 1985, autoridades estadounidenses aseguran que Caro Quintero continuó dirigiendo operaciones de narcotráfico entre 1985 y 2013, distribuyendo grandes cantidades de marihuana, cocaína, metanfetaminas y heroína a través de las fronteras hacia EE.UU.
Este proceso legal se mantiene como uno de los más significativos en la lucha contra el crimen organizado internacional, y las autoridades de ambos países continúan monitoreando de cerca el desarrollo de la audiencia. ANG.