Chicago, Illinois, 27 de mayo de 2025. El gobierno de Estados Unidos confirmó que no buscará la pena de muerte contra Joaquín Guzmán López, conocido como «El Güero», uno de los líderes de la facción criminal Los Chapitos e hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La decisión fue oficializada en un documento judicial presentado ante una corte federal en Chicago el pasado 23 de mayo. El texto, firmado por el fiscal Andrew Boutros, representante del Distrito Norte de Illinois, señala que el Departamento de Justicia ha determinado que, incluso si Guzmán López resulta culpable, no se solicitará una sentencia capital.
Este anuncio llega a pocos días de la próxima audiencia del acusado, programada para el 2 de junio, y en medio de versiones sobre posibles negociaciones para una declaración de culpabilidad a cambio de beneficios legales.

Guzmán López enfrenta más de doce cargos federales, incluyendo tráfico de drogas, lavado de dinero y asociación delictuosa como parte del Cártel de Sinaloa, organización criminal que ha mantenido su influencia en el narcotráfico internacional pese a la captura de sus principales líderes.
La detención de Joaquín Guzmán López se llevó a cabo en julio de 2024 en un aeropuerto de Nuevo México, en una operación en la que también fue arrestado Ismael “El Mayo” Zambada García, considerado el último capo histórico del Cártel de Sinaloa en libertad.
Ambos arrestos, considerados uno de los mayores golpes al crimen organizado en los últimos años, desencadenaron una ola de violencia en el estado de Sinaloa, donde las facciones rivales Los Chapitos y Los Mayos se enfrentaron por el control del territorio, dejando cientos de víctimas.
La decisión de no aplicar la pena de muerte ha generado reacciones divididas. Algunos sectores en EE.UU. ven en ello una estrategia para asegurar una cooperación judicial eficaz por parte de Guzmán López; mientras que en México, la noticia ha revivido el debate sobre justicia y castigo para los líderes del narco.