Chilpancingo, Gro. – Hoy, 10 de mayo, familiares se dieron cita en el panteón central de Chilpancingo para rendir homenaje a las mujeres que marcaron sus vidas, aquellas que en su momento fueron madres, hermanas, amigas, y que hoy descansan en paz.
Desde temprano, el camposanto se llenó de flores frescas, coronas coloridas y melodías que resonaron entre las lápidas, creando un ambiente de nostalgia y amor eterno. Muchos llegaron con cortinas para resguardar a sus seres queridos del intenso sol y se tomaron un momento para limpiar las tumbas, adornarlas y compartir una oración.
El sonido de guitarras y canciones que alguna vez fueron las favoritas de las madres fallecidas se mezcló con el murmullo de quienes recordaban anécdotas y momentos felices. Entre lágrimas y sonrisas, cada visitante revivió los lazos que ni el tiempo ni la muerte han logrado romper.
Para muchos, esta visita es una tradición, una manera de sentir cerca a quienes ya partieron al cielo y de agradecerles por las enseñanzas, el amor y el sacrificio que definieron sus vidas. En cada flor depositada y en cada canto entonado, se siente el profundo respeto y cariño que sigue vivo en los corazones de los hijos, nietos y amigos que no olvidan.
