Por Moisés Alcaraz Jiménez
Inicia fuerte la lucha por la sucesión gubernamental en Guerrero y pareciera que se adelanta considerablemente, pero no es así, esta pugna está dentro de los límites del tiempo que para estos casos están marcados y su característica principal es que esta lucha sólo se está dando en un partido: Morena, como antes ocurría en el PRI.

En el viejo régimen se afirmaba que esa pugna entre los grupos de poder empezaba justo el día en que el nuevo gobernante tomaba posesión del cargo. Viéndolo así, se trata de una disputa permanente y sin fin por esas suculentas mieles del poder, o parafraseando a Luis Spota, la lucha por casi el paraíso que es vivir de la política y no para la política, como muy bien lo explicó el sociólogo, politólogo y economista alemán Max Weber en su ya famosa conferencia de 1919, que después presentó en su muy conocido ensayo que se volvió obra clásica de la ciencia política: La política como vocación.
En esta lucha por la gubernatura en Guerrero, los grupos políticos están más que definidos, sin que de esto se pueda hablar como algo ya acabado, puesto que a lo largo de lo que resta de este periodo las alianzas y los reacomodos van a proliferar, los chapulines saltarán sin recato y los buscadores de los premios de consolación harán de las suyas.
Me refiero a las agrupaciones que ya están consolidadas en Morena, partido que al no tener ningún adversario digno de consideración enfrente e ir prácticamente solo en la contienda, será de donde va a salir quien gobernará a Guerrero durante el periodo 2027-2033. Por ello es claro que la verdadera pugna por el poder, la lucha descarnada y sin cuartel está dentro de Morena, en un escenario donde los demás partidos están al margen de la contienda, con presencia sólo testimonial, prácticamente con cero posibilidades de ganar la gubernatura, con estructuras desfallecientes y sin candidatos competitivos.
Las casas encuestadoras serias, que hacen sus mediciones con profesionalismo y metodología científica, nunca se equivocan, como lo vimos en las dos más recientes elecciones presidenciales. Desde luego que sigue habiendo encuestadoras patito, pero éstas, después de haber llegado a lo más grotesco de la mentira, la simulación y el engaño, están en el más absoluto descrédito. Ahora todas esas encuestadoras que se venden al mejor postor, son detectadas a tiempo y arrojadas al cesto de la basura por una población ya muy despierta en estos menesteres.
Las encuestas más confiables y creíbles, también el pulso político ciudadano y el termómetro social, dan una ventaja a veces hasta de más del 50% de Morena sobre sus adversarios, la encuestadora Rubrum entre ellas. O alguien en serio piensa que el PAN, PRI o PRD pueden ganar la gubernatura? Tal vez pudiera ocurrir si no descartamos que los milagros existen. O alguien en su sano juicio cree que todos estos partidos juntos le pueden ganar a Morena cuando la suma de sus preferencias electorales ronda apenas el 20%.
Por ello es que la disputa real por la gubernatura se está dando en Morena, porque quien gane la elección interna de este partido sin ninguna duda ganará la elección en 2027 y por ello mismo ahora vemos ese éxodo a veces desesperado y desvergonzado de destacados y muchos de ellos impresentables integrantes de otros partidos hacia Morena, partido al que identifican como el único espacio desde donde realmente tendrían posibilidades si bien ya no de ser candidatos, al menos de negociar algún premio de consolación.
En posteriores entregas abordaré uno por uno de los principales actores del proceso interno de este partido, tribus, sectas, feudos o facciones y sus dirigentes, que también son ya una amenaza a la integridad de Morena, a pesar de que estatutariamente estas sectas que históricamente han hecho estragos en la izquierda mexicana, no deberían de existir en este partido.