Ciudad de México. – El fiscal especial del Caso Ayotzinapa, Rosendo Gómez Piedra, aseguró que la prioridad de la investigación sigue siendo la búsqueda con vida de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, y aclaró que sus recientes declaraciones fueron malinterpretadas.

En entrevista con Joaquín López-Dóriga, el fiscal afirmó que nunca afirmó que los jóvenes estén muertos, sino que, por responsabilidad, deben investigar todas las pistas, incluso aquellas que mencionan posibles restos humanos. “Tenemos informantes que señalan ciertos puntos donde presuntamente se habrían tirado cadáveres. Debemos revisar, pero eso no significa que estemos dando por muertos a los estudiantes”, subrayó.
“Con el corazón quisiera que todos estuvieran vivos. Nosotros seguimos buscando a los muchachos, no cadáveres. Esa es nuestra convicción”, declaró enfáticamente Gómez Piedra.
Sobre las declaraciones recientes de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien planteó revisar la permanencia de la Fiscalía especial en este caso, Gómez Piedra dijo estar dispuesto a dejar el cargo si así se requiere. “Respeto lo que diga la señora presidenta. Los cargos públicos no son eternos; si se me solicita la renuncia, la presentaré sin problema”, expresó.
Pese a la crítica constante de los familiares de los desaparecidos, el fiscal defendió su labor y los avances logrados desde que asumió la investigación en octubre de 2022. “Desde el inicio, los padres de familia expresaron su rechazo a mi nombramiento, pero yo he estado enfocado en hacer mi trabajo”, señaló.
Gómez Piedra destacó que actualmente hay 120 personas detenidas en relación con el caso, entre ellos dos generales, un exprocurador, policías ministeriales y un marino, además de cuatro órdenes de aprehensión pendientes contra militares. “Nos dejaron 51 detenidos, ahora hay 120. Los avances están a la vista”, sostuvo.
El caso Ayotzinapa sigue siendo una herida abierta en la historia reciente del país. La declaración del fiscal refleja una insistencia en mantener viva la esperanza, mientras las investigaciones avanzan entre presiones sociales, políticas y jurídicas.