Ometepec, Guerrero. Agencia de Noticias Guerrero (ANG).- La tensión ha escalado en la región de la Montaña de Guerrero después de que los habitantes de alrededor de 15 comunidades en la parte alta de Tlacoachistlahuaca amenazaran con retener a trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Ometepec. La medida extrema es una respuesta desesperada a la prolongada crisis de apagones que ha afectado gravemente la vida cotidiana de los residentes.
Durante semanas, los pobladores han enfrentado cortes de energía prolongados que no solo han dejado a las comunidades en la oscuridad, sino que también han causado daños significativos en sus aparatos electrodomésticos y han arruinado alimentos almacenados. A pesar de las repetidas quejas y solicitudes de reparación, no ha habido respuestas satisfactorias por parte de la CFE.
“Estamos cansados de promesas vacías y de la falta de responsabilidad por parte de la CFE,” declaró Ana María González, portavoz de los habitantes afectados. “Nuestros aparatos están dañados, los alimentos se han podrido, y nadie se hace cargo de los perjuicios que estamos sufriendo. Hemos decidido que tomaremos medidas drásticas para que nos escuchen.”
La amenaza de retener a los trabajadores de la CFE surge después de que los residentes tomaran las instalaciones de la empresa en Ometepec como una forma de presión. Esta acción, sin precedentes en la región, busca forzar a la CFE a restablecer el servicio eléctrico y a asumir la responsabilidad por los daños causados.
Los líderes comunitarios han manifestado que la falta de una solución efectiva ha dejado a las familias en una situación precaria, con escasos recursos para enfrentar las pérdidas económicas y los problemas derivados de la ausencia de electricidad. “Es una cuestión de justicia,” aseguró Francisco López, uno de los líderes de Tlacoachistlahuaca. “Estamos buscando una compensación por los daños y una solución permanente al problema.”
La CFE aún no ha emitido un comunicado oficial en respuesta a las amenazas de los pobladores ni a la toma de sus instalaciones. La falta de una declaración por parte de la empresa ha intensificado la preocupación y la frustración entre los habitantes, que temen que la crisis se agrave si no se toman medidas inmediatas.
El conflicto pone de manifiesto la creciente desesperación de las comunidades indígenas en Guerrero, quienes enfrentan no solo problemas de infraestructura, sino también una percepción de abandono por parte de las autoridades. La situación en Tlacoachistlahuaca destaca la necesidad urgente de una resolución que aborde tanto la restauración del servicio eléctrico como la compensación por los daños sufridos.
Mientras tanto, los residentes de Tlacoachistlahuaca permanecen firmes en su postura, esperando que sus acciones conduzcan a una respuesta eficaz de la CFE y a una solución definitiva a los apagones que han perturbado profundamente su vida diaria.
