Chilpancingo de los Bravo, Agencia de Noticias Guerrero (ANG)., 5 de marzo de 2025.— En un giro digno de la política mexicana, el dirigente estatal del PRI, Alejandro Bravo Abarca, anunció con firmeza la presentación de una ley “anti-chapulín”, con la que buscan impedir que políticos con cargos de elección popular salten de un partido a otro. Sin embargo, apenas un día después, el propio PRI le dio la bienvenida con bombo y platillo al regidor perredista Ernesto Franco, quien decidió cambiar de camiseta y sumarse a sus filas.


El evento, lejos de ser una muestra de coherencia política, se convirtió en un espectáculo contradictorio. Mientras un día el PRI pedía “lealtad y compromiso” a los partidos, al siguiente celebraba la llegada de un tránsfuga con aplausos y discursos.
La situación ha generado críticas y burlas en redes sociales, donde los ciudadanos señalaron la incongruencia del partido. “Dicen una cosa y hacen otra, como la tzimolhillo”, comentaron algunos, recordando la expresión popular que se refiere a quien actúa con doble moral.ANG