Tuxtla Gutiérrez, Chiapas – Lo que comenzó como una jornada de protesta por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se convirtió en una tragedia que conmovió a la comunidad local. Fuertes vientos azotaron el parque central de Tuxtla Gutiérrez, derribando una estructura metálica que se había instalado como parte del plantón. El saldo de este lamentable incidente fue de dos maestras fallecidas y varias personas lesionadas.
Las víctimas eran docentes originarias de Reforma, Chiapas, que se encontraban participando activamente en el plantón en demanda de mejores condiciones laborales y educativas. De acuerdo con los testimonios de testigos presenciales, los vientos alcanzaron una intensidad inesperada, provocando el colapso de la estructura metálica que albergaba a los manifestantes.

El paradero, que formaba parte de las instalaciones temporales del plantón, no soportó la fuerza de los vientos, y la tragedia se desató rápidamente, dejando a los participantes atrapados bajo los escombros. A pesar de los esfuerzos de los presentes por auxiliar a las víctimas, dos mujeres, identificadas como profesoras, perdieron la vida en el lugar debido a los graves daños sufridos por la caída de la estructura.
El incidente también dejó a varias personas lesionadas, algunas de ellas en estado grave, quienes fueron trasladadas de inmediato a hospitales cercanos para recibir atención médica.
Este hecho ha generado una profunda consternación en la comunidad educativa de Chiapas, que lamenta la pérdida de dos maestras comprometidas con la educación. La CNTE y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) han expresado su dolor y solidaridad con las familias de las víctimas, mientras que las autoridades locales y estatales han comenzado a investigar las causas del trágico accidente.
El suceso se suma a la larga lista de demandas de los docentes chiapanecos, que exigen mejoras en sus condiciones laborales y de infraestructura educativa. Sin embargo, lo ocurrido hoy eclipsa cualquier otra discusión y deja una herida en la memoria colectiva del movimiento magisterial en el estado.
Las autoridades han prometido agilizar las investigaciones para determinar las responsabilidades por la falta de seguridad en la instalación de la estructura que causó la tragedia, mientras que los organizadores del plantón han solicitado que se respete el duelo de los caídos y que se continúe con las demandas en su memoria.
Este triste acontecimiento marca un hito en la historia reciente de las movilizaciones sociales en Chiapas, evidenciando no solo las carencias estructurales de los espacios públicos, sino también el peligro que pueden implicar las condiciones climáticas extremas en momentos de alta concentración de personas.