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Agencia de Noticias Guerrero (ANG).- La confirmación del fallecimiento de la joven estudiante de Ingeniería de la FES Cuautitlán, originaria de Ciudad Altamirano, nos recuerda lo frágil que puede ser la existencia. Ella había salido de su tierra con sueños en la mochila, con la esperanza de que el estudio y el esfuerzo abrieran un camino de oportunidades.
Hoy, la noticia de su partida sacude no solo a su familia de Ciudad Altamirano, sino también a la comunidad estudiantil y a todo Guerrero, que ve cómo una de sus hijas pierde la vida lejos de casa. La UNAM expresó sus condolencias, pero ninguna palabra alcanza a llenar el vacío que deja la ausencia de un ser querido tan joven y lleno de proyectos.
Detrás de cada nombre en las noticias hay una historia, una sonrisa, una familia que esperaba verla regresar. Esta tragedia nos invita a reflexionar sobre el valor de cada instante, sobre la necesidad de abrazar a quienes amamos y sobre la urgencia de construir entornos más seguros donde la vida no se vea interrumpida de manera tan abrupta.
Hoy, más que nunca, la comunidad se une en solidaridad con Ciudad Altamirano, recordando que los sueños de sus jóvenes son la esperanza de un futuro mejor. 🕊️💙
