Por Moisés Alcaraz Jiménez
Después de cerca de 10 años de no ir al zoológico de Chilpancingo, acudí hace poco más de un mes, días antes de que tomara posesión su nuevo director, Rommel Francisco Rodríguez. Encontré a este recinto de criaturas fascinantes -todos los animalitos lo son- en el más completo abandono. Se entiende que esa situación, además de una no muy buena administración, tenía que ver también con la escasez de recursos para mantener en condiciones aceptables un zoológico como éste, que si bien no es de gran extensión territorial, ni de gran cantidad de fauna habitante, es un lugar atractivo muy visitado que requiere de recursos humanos, materiales y financieros suficientes para su adecuada conservación y operación.
Hoy volví a ir a Zoochilpan, un lugar modesto pero con esa magia que tienen estos lugares siempre enigmáticos y la fascinación que caracteriza a las especies que sorprenden con su belleza y nos despiertan la empatía para no ser indiferentes ante el maravilloso mundo animal y ante las condiciones, siempre mejorables, en que viven quienes están en cautiverio.

Hoy me encontré a un Zoochilpan muy cambiado, sorprende que en tan sólo treinta días, desde que asumió Rommel el cargo, su aspecto sea diferente y se vea ahora más atractivo, limpio y con una nueva imagen que invita a visitarlo de manera más asidua. Este parque zoológico tenía 25 años sin mantenimiento, de acuerdo a lo que me comentaron trabajadores de este lugar. Este día fueron inaugurados los resultados de un buen trabajo de mantenimiento.
Las autoridades del estado que tienen que ver con estos asuntos, encabezados por la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, estuvieron presentes en la ceremonia de inauguración. Dentro del acto protocolario de estas ceremonias, la mandataria informó de un paso trascendental para la conservación y operación de calidad de manera sostenida y no temporal de este parque zoológico, que también es de recreación, educativo y cultural de miles de niños que asisten con regularidad a pasar un rato agradable y también a adquirir nuevos conocimientos y aprendizajes en su formación académica. Los parques zoológicos deben contar con programas educativos y otras actividades para centros escolares.
La mandataria anunció que el gobierno que encabeza destinará más recursos para el mejor funcionamiento de Zoochilpan, recursos que en gobiernos anteriores dejaron de fluir y provocaron el abandono de estas importantes instalaciones, que también son centros de esparcimiento para las personas adultas que gustan de estos atractivos, siempre maravillosos para quienes saben apreciar lo enigmático y fabuloso de estos recintos cuando son atendidos con las eficientes tareas de conservación y mantenimiento que se requieren, como ahora se está haciendo.
La gobernadora anunció que también vendrán beneficios para los trabajadores de Zoochilpan. Los recursos humanos son fundamentales para el buen funcionamiento de toda actividad y organización social o administrativa en las que los trabajadores son la piedra angular que las sostiene. Conservar y operar un zoológico implica una considerable cantidad de recursos financieros. Además de la conservación de las instalaciones, se necesita contar con el personal calificado para atender con esmero a las diferentes especies que en ellos habitan, en particular su salud y alimentación, pero también su hábitat, que debe ser los más cercano a los lugares de donde los animalitos son originarios para asegurarles su bienestar y supervivencia en cautiverio.
En fin, a partir de ahora Zoochilpan tendrá otra cara, una nueva faceta en la que se cumplan las condiciones mínimas y las funciones básicas que tienen los parques zoológicos. Chilpancingo tiene muy pocos centros recreativos, culturales y de sano esparcimiento. Esa carencia, entre otras de lamentable atraso, nos distingue como la peor capital de las 32 que tiene el país. Iniciativas como ésta contribuyen a salir del subdesarrollo generalizado en el que nos encontramos como entidad federativa y es un buen paso para el bienestar de Chilpancingo.